Leticia e Ileana, son las creadoras de Tu Cielito Lindo, Tienda-Taller en la parte alta de Barcelona, donde con todo su encanto y amabilidad mexicana, atienden a sus clientes proporcionándoles el regalo adecuado para cada ocasión.

Leticia es del DF, la capital de México y tiene 15 años viviendo en Barcelona, Ileana es de Puebla y hace 13 años que vive aquí, ambas casadas con catalanes. Las dos están licenciadas en Administración.

Ileana tenía una zapatería en Sant Cugat y una de sus clientas le habló de Leticia, fue así como tuvieron el primer contacto, a partir de ahí supieron que tenían una amiga en común que era de Puebla y así empezaron la amistad.

Leticia fue quien empezó el proyecto de una manera completamente casera hace 11 años, al tener niños pequeños trabajaba desde su hogar y lo vendía por medio de una ONG, con las otras madres del colegio y por supuesto, por el boca-boca.

Estaba entonces asociada con otra amiga, pero hace 6 años tuvo que regresar a vivir a México: «me quedé trabajando sola un año, mientras seguía la amistad con Ileana, al cabo de ese año, ella cerró la zapatería, en nuestras conversaciones ya me había comentado que quería abrir algo relacionado con la joyería y yo estaba buscando una socia, así fue como decidimos trabajar juntas». 

En México, mientras estudiaba en la universidad, Leticia vendía joyería: anillos, gargantillas, pulseras, pendientes… «Pero aquí no funcionaba porque además que no conocía mucha gente, el producto estaba muy cargado para el gusto catalán, lo veían muy diferente, entonces el primer producto para venta fueron las medallitas religiosas en plata, aquí se usa mucho el oro, pero nosotras ofrecimos el producto en plata y funciona muy bien, son produtos modernos, sobrios, con gusto». 

Trabajar el producto religioso fue el nicho de mercado que estaba ahí pero que nadie explotaba, «nosotras vivimos mucho el ambiente religioso, el colegio donde están mis hiojs es religioso y ellos me recomendaban». 

Sus inicios fueron en una tienda de ropa de Sarriá compartiendo un pequeño espacio donde exponían sus productos. Viendo la demanda que tenían, decidieron buscar un local y mudarse, se establecieron en la C/ Calaf y estuvieron ahí durante 4 años.

Ileana fue quien aportó su conocimiento en packaging, imágen, logo, etc. A raíz que las fueron conociendo y la clientela iba en aumento, se dieron cuenta que necesitaban más espacio físico y surgió la oportunidad del local en el que se encuentran actualmente y donde pueden tener además del espacio de exposición, su taller de trabajo.

«Desde hace 5 meses estamos aquí en la C/Santaló, es un local de paso, más gente nos ve y entra en la tienda. El 80% del producto es de México, la plata casi toda es de allá, también manejamos producto nacional, pero en su mayoría tenemos proveedores de México que ya tienen nuestros diseños y ellos nos los envían». 

Manejan diseños propios y trabajan tanto los pedidos de su tienda on-line como los de la venta en la tienda, también hacen una venta cada 6 meses: en la época de comuniones y la otra en Navidad.

«Al tener la tienda-taller, podemos personalizar lo que nos pidan, aunque lo religioso es nuestro producto más fuerte, durante todo el año se vende el producto personalizado: frases, nombres, etc, también hacemos arreglos y composturas».

Nuestro trabajo es más creatividad y diseño que artesanía

«No hemos tomado ningún tipo de cursos, todo es autodidacta, es un trabajo de montaje, las ideas van surgiendo con la creatividad y por supuesto, el ojo se curte con la experiencia». 

Verlas trabajar es observar a dos mujeres que se entienden muy bien y que son un equipo donde ambas se aportan y se complementan. Su trato al cliente es personalizado, suave, amable, cálido, es el plus que sus clientes aprecian especialmente.

Ambas han recorrido un camino largo, difícil, donde han ido tomando el pulso al mercado catalán, logrando una línea sobria, discreta, elegante, muy de acuerdo a la personalidad de sus clientes.

En cada obra imprimimos nuestra alegría, convicciones religiosas, sobriedad, creatividad y la diversión que nos produce idear y elaborar una nueva pieza